5G: Qué es y para qué te sirve
| 9 min lectura
El 2020 es el año del 5G, y finalmente ha llegado a España. Los cuatro principales operadores nacionales de telefonía de nuestro país, Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil ya han lanzado sus ofertas comerciales de 5G o puesto fecha para los próximos meses.
José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, ha anunciado que la red 5G estará encendida para el 75% del país este fin de año. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, incluyó al despliegue del móvil 5G en el plan de digitalización que movilizará 140.000 millones de euros en los próximos 5 años. Fabricantes como Samsung, Huawei o Xiaomi ya han lanzado terminales compatibles con 5G, y se apuesta porque Apple presente sus nuevos iPhone con esta funcionalidad este otoño, algo que apuntó Ming-Chi Kuo, analista de esta marca a principios de año.
Actualmente, este nuevo estándar en tecnología móvil se encuentra en una etapa previa a su implementación plena en un ecosistema que pueda aprovechar sus prestaciones al máximo, lo que hace que junto a esta palabra siempre encontremos discursos llenos de palabras como futuro, potencial e incluso “revolución”. Por otro lado, como toda tecnología nueva con antenas, el 5G ha sido objeto de conspiranoias sobre la salud, y desde que comenzó la pandemia, se lo relaciona falsamente con el COVID-19.
Para separar humo y mentiras de hechos es necesario conocer qué implica este nuevo estándar en tecnología móvil. Hemos recogido datos y hablado con expertos para responder las principales preguntas en torno al 5G.
¿Qué es el 5G?
El 5G es la quinta generación de tecnología de telefonía móvil. Es un nuevo estándar de banda ancha inalámbrica que superará al 4G (o LTE) en velocidad, cobertura y prestaciones. El 3GPP, un consorcio de organizaciones relacionadas con comunicaciones móviles y autoridad en esta materia, ha aprobado en 2018 las especificaciones finales para el 5G en los próximos años.
Este estándar promete ser entre 10 y 20 veces más rápido que las conexiones actuales, con una disminución de la latencia, que puede llegar a ser de 1 milisegundo. Esto significa a nivel usuario mucho más que poder descargarte una película en pocos segundos. En la práctica lo notarás en que las interacciones del teléfono con la nube tardan tan poco tiempo que se hacen imperceptibles: imagina pulsar en una foto o un vídeo que se abren instantáneamente, como si ya los tuvieras en la memoria local.
¿Cuántos 5G hay?
En 5G hay dos estándares para una misma denominación: el 5G non-standalone (NSA), una versión no independiente que va sobre redes 4G/LTE; y el 5G standalone o completo (SA).
Actualmente las compañías ofrecen el 5G NSA, y están dando los servicios sobre la banda de frecuencias de 3,7 gigahercios (GHz). Esta banda tiene poca penetración en interiores de edificios.
El 5G completo proporciona nuevas implementaciones y va sobre redes que se construyen desde cero, a diferencia del 5G NSA, que se apoya sobre redes e instalaciones actuales. Para poder usar este 5G con mayor capacidad, en España los operadores esperan la subasta de la banda de 700 MHz que el Gobierno tiene previsto lanzar en los primeros meses de 2021.
¿En qué se diferencia del 3G/4G?
El 5G es una evolución del standard para poder dar no sólo más velocidad y menor latencia sino también más prestaciones.
El 5G está pensado para conectar a personas pero también a objetos, dispositivos, aplicaciones, datos, sistemas de transportes y ciudades en entornos de redes de comunicaciones inteligentes
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) prevé que el aumento del tráfico de banda móvil se multiplique previsiblemente por entre 10 y 100 en el periodo 2020-2030, y que el número de dispositivos conectados a Internet alcance los 50.000 millones a partir de 2025.
Una forma simple de entender esta evolución es recordar cómo el 4G sirvió para conectarnos más entre usuarios: ver y grabar un vídeo desde el móvil para comunicarnos se convirtió en algo popular, algo que nos costaba hacer con 3G, y eso marcó una gran diferencia en la forma en que usamos el móvil desde entonces. Si recordamos ese salto, podemos trasladarlo a la interconexión que permitirá el 5G.
El 5G está pensado para conectar a personas pero también a objetos, dispositivos, aplicaciones, datos, sistemas de transportes y ciudades en entornos de redes de comunicaciones inteligentes. Se espera que transporte un ingente volumen de información con mucha rapidez, que conecte un gran número de dispositivos y que procese volúmenes sumamente grandes de datos con el mínimo retardo.
Cuando el 5G esté desplegado tendrá unas capacidades mayores y diferentes del 4G, porque sobre esta red pueden ir otros protocolos específicos, imprescindibles para el vehículo autónomo, para la inteligencia artificial y también para realidad aumentada o virtual, entre otros usos.
¿Qué es la latencia?
La información dentro de la red viaja en forma de paquetes de datos. Al tiempo que tarda en transferirse un paquete dentro de la red se le llama latencia. Es el tiempo que tardas desde que haces click hasta que sucede lo que quieres hacer dentro de la red.
Con redes 4G estamos en latencias bastante reducidas, de 20-60 milisegundos, pero el 5G promete bajarlas a 1 o 2 milisegundos. Lo cierto es que la latencia del 5G en la actualidad es de unos 12 milisegundos.
Este “un” milisegundo del que tanto se habla es el objetivo del standard, al que, según fuentes de Telefónica, se llegará con la banda de frecuencias de 26 GHz, con la banda milimétrica y una serie de equipos preparados para ello.
Ana García Armada, doctora en ingeniería de telecomunicación, explica que la latencia del milisegundo depende de que se consigan mejorar muchos aspectos de la transmisión y no está apenas relacionada con la frecuencia que se use para ello. Dice que ve «particularmente difícil que se consiga esa latencia tan pequeña en 26 GHz porque esa banda tiene unas necesidades de procesado de señal muy grandes que aumentan la latencia».
¿Cuáles serán las ventajas para un usuario normal?
Se ha dicho mucho que en lo primero que lo notará un usuario normal es en los juegos online. Como estos usuarios saben, hay servidores de juego que priorizan a los que tienen mejor latencia. Habrá un tiempo más bajo de respuesta y eso se nota en las interacciones de un juego.
Pero donde se verán mejor las mejoras del 5G será a través de otros sectores que se van a beneficiar más profundamente de este avance.
Mercedes Fernández, gerente de Innovación de Telefónica España, pone por ejemplo el coche conectado. “No el autónomo, que llegará pero al final de la cadena”, aclara. Con coche conectado nos referimos a los que reciben mensajes de la ciudad, o que pueden comunicarse entre ellos, y para esto utilizan un protocolo específico llamado V2X. Según Fernández, técnicamente ya es viable, según pruebas que ha hecho Telefónica en el Mobile World Congress en 2018, pero aún son pilotos. Falta que el ecosistema de empresas, la Dirección General de Tráfico, los ayuntamientos que sensoricen la ciudad, los fabricantes, se pongan de acuerdo y sigan desarrollándolo.
Ninguno de los estudios epidemiológicos realizados por organizaciones internacionales como la OMS ha demostrado las redes de telefonía afecten a la salud de las poblaciones. Tampoco el 5G
En otros sectores, las apps para mejorar procesos industriales, los protocolos de inteligencia artificial y la sensorización harán la diferencia. “Podemos poner una cámara en la cadena de producción y hacer análisis de vídeo permanentemente en tiempo real, para detectar si hay algún problema. Esto permitirá tener control de calidad automatizado antes del final del proceso, y no al final como es ahora”, dice Fernández.
Hay casos de pilotos de realidad virtual muy interesantes, no sólo para entretenimiento, también para su aplicación en la medicina, combinando el 5G con otras tecnologías. Fernández relata una operación de colon que se hizo en los hospitales Quirón, en Málaga, donde tuvieron asistencia desde Japón de un médico especialista, que pudo seguir y asesorar en la operación gracias a que todos los elementos del quirófano estaban conectados y tenía disponibles al milisegundo las imágenes en alta calidad y parámetros de la operación. Aquí es cuando el milisegundo cobra sentido, ya que una operación de esta complejidad no puede tener cortes o retrasos en la comunicación de los datos.
Las aplicaciones potenciales de esta tecnología son numerosas. Hay que pensar que el 5G permitirá tener la misma capacidad que la fibra en movilidad en los próximos años, y que eso puede ayudar a mejorar la experiencia en ámbitos como el teletrabajo, la educación online, acceso a experiencias donde antes había que trasladarse, traducción simultánea, internet de las cosas (IoT), entre muchos más.
¿Qué protocolos nuevos permite el 5G que no son posibles con 4G?
Ana García Armada dirige el grupo de investigación de comunicaciones en la Universidad Carlos III de Madrid. Explica que “la 4G continúa evolucionando, de modo que todo lo que se nos vaya ocurriendo que podemos necesitar, como por ejemplo las comunicaciones entre máquinas (MTC) o vehiculares (V2X), se las vamos a poner también, en lo posible, a la 4G (ya están estandarizadas, falta fabricarlas)”.
¿Para qué necesitamos 5G entonces? “Lo que pasa es que en 5G hacemos el diseño desde el principio, apoyándonos en todo lo aprendido en la 4G, y por tanto saldrá mejor. Así que tendremos más velocidad de datos, menos latencia, más ahorro de energía .. y esas aplicaciones funcionarán mejor”, señala.
El 5G no es sólo una evolución de escala sino también un salto para nuevas prestaciones. “Lo que no parece que la 4G vaya a poder proporcionar aunque los ingenieros e ingenieras nos esforcemos en mejorarla es la URLL – ultra reliable low latency, comunicaciones muy fiables y de muy baja latencia. Eso va a ser exclusivo de la 5G. Imprescindibles para el vehículo autónomo, también para realidad aumentada o virtual que funcionen bien (AR/VR)”, agrega García Armada.
¿Es verdad que con el 5G “se van a cambiar los protocolos para vigilarnos”?
Independientemente que se quieran usar otros protocolos de red, el 5G está por debajo de eso. Es como cambiar de usar cables a fibra, el protocolo TCP/IP está por encima. Preguntamos a García Armada si el 5G deja atrás estos protocolos y nos dice que no. “La 5G define la interfaz radio y la arquitectura de red terrestre que hacen posibles las conexiones de datos móviles más rápidas y eficientes. No estandariza los protocolos de internet, como es el caso del TCP/IP”.
¿Qué hay del cambio de TCP/IP para el 5G que anunció ETSI?
El protocolo TCP/IP tiene algunos inconvenientes técnicos de base que hacen que no sea ideal para las innovaciones que trae el 5G. El Instituto Europeo de Normas de Telecomunicaciones (ETSI, por sus siglas en inglés) ha anunciado en abril un nuevo grupo de estandarización para un protocolo de red no basado en IP (Non-IP Networking, o ISG NIN). Intentarán crear estándares que permitan un uso más eficiente del espectro, una mayor seguridad, y una latencia mucho menor. Sin embargo, esto no obliga a sustituirlo, y probablemente no se cambie durante años, ya que todavía tenemos mucho iPv6 por delante.
Joerg Widmer es investigador experto en 5G en IMDEA Networks y nos explica que “el 5G es independiente del TCP/IP, y el TCP/IP seguirá siendo usado. Se están desarrollando protocolos alternativos pero TCP/IP es dominante”.
¿El 5G atenta contra nuestra privacidad?
En todas las generaciones de comunicaciones móviles, desde la 2G, las conversaciones y transferencia de datos van cifradas. Y con cada generación el cifrado es más potente y seguro, para garantizar nuestra privacidad. García Armada explica: “Otra cosa es lo que les queramos permitir conocer de nosotros a las aplicaciones, que no tienen nada que ver con la tecnología móvil en sí”.
¿Qué pasa con los espectros de banda y las antenas?
El 5G tiene tres bandas de frecuencia en España: 700, 3,5 y 26 GHz. Se diferencian en la distancia que cubren. Si miras una antena, cuanto más alta es, más pequeño es el círculo alrededor de ella. “Si vamos al círculo de 700 podemos cubrir kilómetros alrededor de la antena, si estamos en 3,5 llegar a un kilómetro ya es complicado, si estamos en 26 GHz a lo mejor, 10 m o menos”, ejemplifican desde Telefónica.
El 5G standalone, el completo, no llegará a España hasta que se realice la subasta de todas las bandas de frecuencia que utilizará.
La actual versión NSA del 5G va sobre la banda de 3,5 GHz y es una evolución intermedia en redes 4G/LTE. Consigue las ventajas en velocidad ya que aprovecha las nuevas antenas, que se denominan de MiMo masivo, lo que significa que tienen muchos sectores que emiten y reciben en paralelo. Así pueden beneficiarse de la gran cantidad de espectro por operador que hay en la banda de 3,5 GHz. Y cuando se subaste la banda de los 700 GHz pueden desplegar una red de cobertura nacional sin aumentar la cantidad de antenas, según nos confirman fuentes de Telefónica. Esto último, que aumentaría radicalmente la cantidad de antenas, es uno de los bulos que han circulado sobre el 5G.
Por eso es que las operadoras dicen que el 5G standalone, el completo, no llegará a España hasta que se realice la subasta de todas las bandas de frecuencia que utilizará. A la subasta de esta banda que se le está quitando a las televisiones se le llama segundo dividendo digital. La subasta de la banda de los 700 MHz, que es clave para el 5G, está aún pendiente, porque se vio frenada por el coronavirus. La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha establecido en el mes de junio una nueva fecha: se realizará durante el primer trimestre de 2021. Hasta entonces no se puede ofrecer todo el potencial del 5G en nuestro país.
¿Tienen algún tipo de riesgo para la salud las radiaciones del 5G?
Los anuncios del despliegue de 5G vuelven a desencadenar los miedos que acompañan a la aparición de cada nueva tecnología, como ocurrió con las antenas del GSM, el 3G, el 4G y el wifi. Ninguno de los estudios epidemiológicos realizados por organizaciones internacionales como la OMS ha demostrado que afecten a la salud de las poblaciones, pese a su multiplicación a nivel global, como hemos explicado en Newtral.
¿Las redes 5G tienen alguna relación con la propagación del coronavirus?
Ninguna red de telefonía móvil, tampoco el 5G, propaga el coronavirus, ya que los virus no se desplazan por ondas electromagnéticas. El SARS-CoV-2 se propaga fundamentalmente a través de gotas minúsculas generadas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Tampoco es cierto que el coronavirus se propague más en países con 5G, como la OMS ha desmentido.
¿Se apagará el 4G? ¿Necesito cambiar el móvil?
Si quieres utilizar 5G, necesitas un móvil 5G. Pero calma, aunque previsiblemente algún día se desconectarán el 3G y el 4G, eso no sucederá a corto plazo, sino cuando su uso ya no sea significativo. “El 4G tiene mucha vida por delante, y fíjate que aún tenemos 2G”, explican desde Telefónica.
Actualmente el 5G no está plenamente implementado en ningún país. La primera fase, el NSA, está disponible de modo comercial en todo el mundo, pero no hay aún un ecosistema maduro que permita sacarle provecho en su totalidad, aunque se están haciendo pruebas. En España, Telefónica y Vodafone están trabajando en unos 100 pilotos con casos de 5G.
Para uso comercial, los móviles con 5G en el mercado son pocos y de gama alta, de entre 800-1000 euros, y se espera que este otoño los fabricantes empiecen a presentar terminales de gama media con 5G.
¿Cuándo estará disponible en España?
En nuestro país el 5G NSA está disponible sólo en algunas ciudades y en sus zonas más céntricas, actualmente la cobertura no alcanza al 30% de la población. Vodafone fue la pionera en lanzar sus servicios 5G en 2019 y presta el servicio en 21 ciudades.
Orange provee 5G en las zonas más pobladas de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla y Málaga; y MásMóvil, que usa su misma red, sólo lo ofrece a sus abonados de la marca Yoigo.
Telefónica ha anunciado hace unos días que antes de fin de año encenderá su red 5G en el 75% del país, esto es en las 150 ciudades de más de 50.000 habitantes de España, casi todas las de 30.000, más del 50% de las de 20.000 y unas pocas de 10.000. Pero aún no es posible contratarlo.
Fuentes
Leave a Comment