Aprenda a hacer buenas fotos con su móvil
Coja su móvil un momento y abra la carpeta de las fotos. ¿Cuántas imágenes tiene guardadas? ¿300, 500, 1.000, 3.000, 5.000? Seguro que más de las que se imaginaba. Ahora eche un vistazo por encima a todo el carrete y sea sincero. ¿Cuántas fotografías de las que atesora en la memoria de su móvil son francamente mejorables o incluso prescindibles? Si la respuesta es muchas o más de las que le gustaría, no se preocupe. Todavía está a tiempo de sacarle chispas a la cámara de su teléfono. Porque hacer buenas fotos con el móvil también tiene sus trucos. «Los hay tan básicos como fundamentales para mejorar la calidad de una fotografía. Hoy en día cualquier teléfono inteligente tiene una cámara con una calidad óptica lo suficientemente buena como para poder imprimir una imagen a tamaño folio. Solo hay que tener ganas de querer mejorar», explica el fotógrafo Jorge Salgado, experto en imagen digital y jefe de estudios del Centro Internacional de Fotografía y Cine (EFTI) de Madrid. Ahora tome nota de sus consejos y vuelva a hacer alguna de esas fotos que no le convencían. ¿Ha notado el cambio?
¿Por qué sale borrosa? Limpie el objetivo antes de disparar
La primera recomendación puede parecer una perogrullada, pero es básica para que la fotografía salga bien. Y no es otra cosa que limpiar el objetivo de la cámara con un trapito antes de disparar. «Muchas veces hacemos la foto con el teléfono tal cual lo sacamos del bolsillo o del bolso sin darnos cuenta de que al ser una lente tan pequeña cualquier mota de polvo o suciedad que se deposite en el objetivo va a hacer que la imagen pierda nitidez y se vea borrosa. Es un ejercicio que suelo hacer con mis alumnos en su primer día de clase para que vean como un detalle que muchas veces pasamos por alto puede ser tan importante. Primero les pido qua hagan una foto con su móvil tal y como lo tienen y después que la repitan con el objetivo limpio. Se quedan impresionados con la diferencia de calidad», confiesa Salgado.
No más fotos movidas. Coja el móvil con la dos manos y apóyese en una pared
El siguente consejo es igual de sencillo y determinante para el resultado final: sujetar bien el móvil, con las dos manos a ser posible. «No se va a romper, no le va a pasar nada. Al final, el teléfono es como una cámara de fotos que trabaja en automático, lo que significa que va a disparar a una velocidad u otra en función de la luz. A menor claridad, más tardará en hacerse la foto, por lo que necesitamos tener cierta estabilidad para que la imagen no salga movida. Lo ideal es tener un trípode, pero muchas veces basta con que apoyemos la espalda en una pared o pongamos el codo encima de una mesa. La idea es buscar un punto de apoyo para que la imagen quede perfecta», resume el experto.
No dispare a lo loco. Piense 15 segundos y dele una vuelta al encuadre y al fondo
Antes de disparar, párese un momento. «La diferencia entre una buena imagen y una mala suelen ser los quince segundos que se dedican a pensar en cómo hacer esa fotografía, desde el encuadre hasta el fondo. A veces basta con agacharse un poquito en un momento determinado o subir los brazos para buscar otro ángulo o simplemente decirle a la persona que se mueva unos metros para que no salga el contenedor de la basura de fondo. Si estás fotografiando a un niño, por ejemplo, prueba a bajarte a su altura y acércate verás como la foto queda mucho mejor que si la haces desde arriba y de lejos. Otras veces se trata de jugar un poco con la luces o buscar una composición llamativa. En cualquier caso, piensa un poco y verás cómo mejora la foto», aconseja Jorge Salgado, quien lamenta la «poca atención» que muchas veces se le presta a los fondos. «Cuando había carretes las fotos se pensaban más porque cada disparo te costaba un dinero».
Aplicaciones. Las hay gratuitas que te permiten variar la velocidad
Normalmente se fotografía con la cámara y punto, pero existen muchas aplicaciones –algunas de ellas gratuitas– con las que se pueden modificar algunos parámetros para ser más creativos a la hora de trabajar con una imagen. De hecho, la mayoría de los fotógrafos profesionales trabajan con 'apps' que les permiten cambiar aspectos de la cámara como la velocidad para poder jugar con el resultado final de la imagen. «Es decir, si yo quiero hacer una foto en la que los coches que se ven de fondo salgan movidos como en un barrido, pero el sujeto quede quieto, lo que tengo que hacer es trabajar a una velocidad lenta para que la luz entre en la cámara durante más tiempo. Ahora bien, si lo que pretendo es fotografiar a una persona tirándose a una piscina y que las gotitas de agua queden congeladas mientras salta tendré que hacer justo lo contrario», explica con dos ejemplos muy gráficos.
Retoques. Atrévete a jugar con la luz, el contraste o la saturación
La fotografía no se acaba en el momento en el que se dispara sino que puede seguir trabajándose para personalizarla. «Yo soy muy amigo de editar las imágenes para dejarlas al gusto de cada uno. Una cosa es lo que saque la cámara y otra lo que tú hagas con esa fotografía, desde recortarla a cambiar los ajustes de luz y color. Eso es lo bonito. Jugar con la fotografía hasta dejarla como quieres o cómo tú la entiendes», señala el jefe de estudios del EFTI. La luminosidad de la imagen es precisamente uno de los parámetros que se pueden modificar solo con mover a izquierda o derecha el ajuste que regula la luz general de la imagen, una opción presente en la inmensa mayoría de los móviles. Si lo que queremos es diferenciar entre luces y sombras, entonces lo que tenemos que toquetear es el contraste. Al aumentarlo, las luces se hacen más claras y las sombras más oscuras, mientras que si lo disminuimos la imagen quedaría más plana. La saturación, por el contrario, regula intensidad del color. Cuanto mayor sea más vivos se verán».
Practique, practique y practique... Hacer fotos y mirar fotos es el mejor truco para mejorar
«Para sacar buenas fotos no hay nada mejor que hacer muchas. Y también ver muchas. Las personas que tengan interés por mejorar su técnica es recomendable que consulten libros de fotografía, pero también pueden ver películas o series. Hoy en día hay un montón de producciones audiovisuales buenísimas con unos encuadres maravillosos y una iluminación perfecta», recomienda Jorge Salgado.
¿Cuál es la mejor cámara? Es más importante la calidad de la lente que los megapixeles
«En el caso de las cámaras de los móviles, lo que nos venden es un poco engañoso. Lo importante no es tanto la cantidad de megapixeles como la calidad óptica de la lente. Es decir, es mejor tener 15 millones de pixeles buenos que 50 malos», explica el experto en imágenes digitales.
Bodegón En busca del encuadre perfecto
En Instagram se ven miles de fotos de objetos inanimados: una silla, una escalera, una ventana... «La diferencia entre una foto y la foto no es otra que haberla pensado un poco. Si tu estás en una mesa y quieres hacerle una fotografía a la copa que tienes delante, lo más seguro es que salga 'muerta'. Pero si la llevas al lado de la ventana para que le dé la luz de lado y detrás pones unas flores... Es la misma copa, pero ya no es la misma foto», explica Salgado.
Paisaje La belleza de la 'hora azul'
Las mejores horas para fotografíar un paisaje o trabajar en exteriores son las más incómodas: el amanecer y el atardecer (la famosa 'hora azul', tan apreciada por los amantes de la fotografía). «Todo lo contrario a lo que ocurre con los mediodías de sol, el peor momento para hacer fotos. Personalmente, me encantan los días nublados porque las sombras son muy suaves y parece todo más modelado y bonito», señala el experto en imagen digital.
Retrato Utilice una luz lateral y cuide el fondo
La luz en el retrato es sumamente importante. El sol del mediodía, por ejemplo es «horrible» para hacer una foto de este tipo porque proyecta la sombra de la nariz en la boca, hace ojeras... «Lo ideal es buscar una iluminación lateral para que cree volúmenes», explica salgado. Otro aspecto que se debe cuidar es el fondo para que «no nos despiste de lo que queremos llamar la atención, que es el sujeto». Tampoco es obligatorio mirar directamente a la cámara o sonreir.
Filtros Al gusto de cada fotógrafo
Los filtros son una herramienta más a nuestro alcance para personalizar una foto, para lograr el efecto que buscamos. «No soy muy amigo de usarlos, pero entiendo que hay veces que las fotografías ganan mucho con un determinado tipo de filtros. Con otros, no. Al contrario. Pero eso ya es cuestión de gustos personales. Se trata de una avance más al que podemos recurrir para hacer que nuestras imágenes se vean diferentes a las del resto».
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