Cómo hacer buenas fotos a paisajes con el móvil
Gracias a la generalización del uso del smartphone y a los avances de la tecnología, prácticamente todo el mundo lleva ya en el bolsillo una cámara de fotos capaz de superar las prestaciones de las cámaras digitales de bolsillo de hace unos pocos años.
Los teléfonos móviles igualan y hasta superan algunas características de muchas cámaras compactas
Por comodidad, la mayor parte de los usuarios ya prescinde de la cámara fotográfica para fiarlo todo al teléfono móvil a la hora de inmortalizar sus vacaciones o un paisaje. Pero disponer de las mejores herramientas no siempre garantiza la obtención de los mejores resultados.
A través de los siguientes consejos puede mejorarse el resultado en cuanto a las fotos obtenidas, dentro de las limitaciones que incluso los mejores smartphones presentan en comparación con cámaras réflex, de manera que los recuerdos perduren de la mejor forma posible.
-Ajustes: Aunque la mayoría de los móviles ofrecen magníficos resultados con los modos automáticos por defecto, conviene aprender a manejar las distintas opciones de ajuste, especialmente aquellos móviles que disponen de un modo pro de captura de imágenes. Esto permitirá que las condiciones de iluminación, exposición o incluso apertura focal se adapten a las condiciones del momento y el lugar y ofrezcan el mejor de los resultados posibles. Como afortunadamente ya quedó atrás la época de la limitación de instantáneas de los carretes fotográficos es aconsejable tomar varias fotografías con distintos ajustes y comprobar el resultado hasta encontrar el idóneo.
-Aplicaciones: Incluso los mejores móviles tienen sus limitaciones técnicas con las aplicaciones de fotografía que traen de serie, pero afortunadamente existen aplicaciones específicas de fotografía que pueden instalarse y que facilitan exprimir al máximo las características en cuanto a velocidad de obturación, balance de blancos o control de ISO, así como añadir diversos filtros. Algunas de ellas, y en función de las propias capacidades del smarthone, permiten incluso el manejo de archivos RAW, archivos sin compresión donde, a diferencia de los JPG, no se pierde nada de la información captada por la lente. EXIF Viewer Light, Lightroom, Moment, Prisma, Snapseed… son algunas de estas apps.
-Elegir el momento: El amanecer y el atardecer son los momentos por excelencia para obtener los resultados más espectaculares en fotografías donde la luz llega de manera muy horizontal, enriquecida con unos matices cromáticos únicos, proporcionando sombras alargadas con las que puede obtenerse fotografías espectaculares. Por contra, la luz diurna suele «aplastar» las formas y volúmenes, consiguiendo un resultado plano. Ojo en amaneceres y atardeceres con los contraplanos, en ocasiones una silueta recortada contra el fondo puede ofrecer un gran resultado, pero si se quiere captar el rostro de quien está con la fuente de luz a su espalda será necesario el uso del flash, luces auxiliares o reflectores.
-Parece que va a llover: Contrariamente a lo que podría pensarse un mal pronóstico meteorológico no tiene porque arruinar una sesión fotográfica. En ocasiones un día lluvioso, nublado, gris o incluso nevado puede resaltar el paisaje y ofrecer una perspectiva distinta, en ocasiones dramática o tenebrosa, muchas veces evocadora, sobre una ciudad o la naturaleza, empezando por la alteración de los colores habituales. Un consejo adicional: un charco puede convertirse en un espejo situado en el suelo, permitiendo captar ángulos únicos sobre edificios, transeúntes, paisajes… Y qué decir del atractivo irrepetible del añadido de algunas nubes como telón de fondo o incluso como protagonistas de la foto.
-La composición lo es todo: La colocación de la cámara con respecto a lo que se pretende captar, el espacio que ocupan los objetos, sujetos o el fondo, las proporciones y dimensiones que adquieren estos dentro de la imagen, así como el juego de enfoque entre los diversos planos, son sólo algunos de los elementos relacionados con la composición: ordenar lo que aparecerá en ese rectángulo que capta un instante y un lugar. Dependiendo de la imagen se puede jugar con elementos presentes en ella y que sirvan como una especie de marco natural y endógeno (la esquina de una fachada, unos árboles, una cascada…) mientras que habrá ocasiones en las que sea el propio ojo del fotógrafo el que establezca esos límites imaginarios que permitirán que la propia imagen se contenga a sí misma de forma armónica y orgánica.
-La rejilla, esa gran aliada: Para ayudar en una composición equilibrada la mayoría de los programas de fotografía cuentan con la opción de sobreimpresionar en la pantalla del smartphone una rejilla compuesta por dos líneas horizontales y dos líneas verticales. Valiéndose de esa guía el fotógrafo puede asignar, según la regla clásica, un espacio superior de 2/3 al cielo y 1/3 inferior al terreno, o bien 1/3 lateral al sujeto que aparezca en la imagen y los otros 2/3 al fondo. Si se busca un efecto dramático se puede prescindir o contravenir esta regla de los tercios, pero lo aconsejable es colocar el punto de atención de la imagen en una de las intersecciones centrales de la rejilla.
-Líneas y horizonte: Esta rejilla recién mencionada también permite alinear el encuadre con las líneas naturales (o artificiales) que exiten frente a la cámara, de manera que, en la típica foto del horizonte marino, no parezca que el agua se está «cayendo» hacia un lado. En el caso de edificios, las líneas verticales de la rejilla permitirán que la composición mantenga un ángulo recto con una fachada, de manera que no parezca que los edificios están inspirados en la famosa torre inclinada de Pisa.
-Ahora estoy lejos/Ahora estoy cerca: Los móviles de última generación presentan unos zoom y grandes angulares muy avanzados gracias al uso de múltiples lentes, lo que puede ofrecer efectos interesantes, tanto acercando lo que está lejos como ampliando el entorno que se desea captar. En ocasiones las imágenes tomadas con gran angular presentan una cierta deformación debido a la curvatura de la lente, pero es algo que bien puede aprovecharse en beneficio de una imagen que juegue con ese efecto.
-Edita, que algo queda: Se dice que hay dos tipos de fotógrafo: el que hace la foto antes de apretar el botón y el que la hace después de apretarlo. Sin entrar en los complejos procesos de edición en los que intervienen herramientas como Photoshop, Lightroom o similares, por mucho que se haya configurado con cuidado el smartphone y el resultado sea satisfactorio, siempre hay un margen de mejora que puede proporcionar la edición de la imagen, incluso con las sencillas herramientas estilo «voy a tener suerte» de que disponen las propias aplicaciones de visionado de fotografías en los smartphones.
-A la Nube: Siempre es conveniente disponer de un almacenamiento alternativo como copia de seguridad para las imágenes que no sea el espacio de almacenamiento interior del propio smartphone. Existen diversas alternativas de almacenamiento gratuito en la Nube que permiten disponer de una copia de seguridad accesible desde otros dispositivos, desde donde recuperar las imágenes incluso en el caso de pérdida, robo, sustitución o avería del smartphone.
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